Una grieta. MICA
Museo, infancia, cuerpo y aula
- Encuentro

Celebrada el Viernes 24 de marzo, 2023 - 18:00 h
MICA (museo, infancia, cuerpo y aula) es un proyecto de investigación artística en educación infantil iniciado durante el curso 2021-2022. Liderado por La Parcería Infancia y Familia, esta propuesta forma parte de Una grieta, programa desarrollado por el Área de Educación del Museo. La actividad busca establecer un diálogo con la comunidad educativa promoviendo el papel del arte en la escuela y acercando el Museo a l+s más pequeñ+s a través de un proceso experiencial.
MICA pone en valor los espacios de aprendizaje artísticos que permiten la expresión libre en la infancia mediante la observación y el respeto del tiempo y los procesos vitales que transcurren en la niñez. Asimismo, busca un acercamiento a la institución como lugar social de experimentación y creación por excelencia. El museo puede y debe ser permeado por los procesos de escucha, cuidado e interacción con la infancia; dinámicas que a su vez posibilitan la propia transformación de la institución.
Durante esta sesión, dirigida a profesionales de la educación y personas interesadas en la relación infancia-escuela-museo, se muestra el proceso de trabajo y aprendizaje compartidos en este proyecto, desarrollados en las tres aulas de Educación Infantil del CEIP Manuel Núñez de Arenas, Madrid, durante el curso 2021-2022.
Durante estas dinámicas, atendiendo al pensamiento sincrético propio de la etapa infantil, La Parcería Infancia y Familia propuso entre otras, las prácticas artísticas de Gego (Gertrud Goldschmidt), Antoni Miralda, el colectivo Chto Delat y Sara Ramo, para intervenir los tiempos y los espacios de la escuela-museo, partiendo de las tres áreas fundamentales que constituyen el currículo académico en esta etapa: conocimiento de sí mismo y autonomía personal, conocimiento del entorno y lenguajes (comunicación y representación).
Programa
Organiza
Museo Reina Sofía
Participantes
La Parcería Infancia y Familia es un colectivo de creación contemporánea integrado por Carolina Bustamante Gutiérrez y Carmen E. Camacho Cordovez, madres migrantes, creadoras y mediadoras dedicadas al desarrollo de proyectos curatoriales, artísticos y culturales en torno a dos líneas de investigación que les atraviesan afectivamente: la crítica anticolonial y el antirracismo, y la maternidad, la infancia y el juego desde una dimensión política y pública. La instalación procesual y colaborativa Jugaban un nido —en el marco de la exposición colectiva Nudo nido en la Sala de Arte Joven de la Comunidad de Madrid, 2021— o el proyecto Savia —del Área de Educación del Museo Reina Sofía— son algunos de los proyectos propios de mediación y creación puestos en marcha por este colectivo.


Más actividades
Zum: Naufragio con espectadores
14, 16, 17, 17, 18, 21, 23, 24, 24, 25, 28, 30, 31, 31 OCT, 21, 21, 22, 25, 27, 28, 28, 29 NOV, 2, 4, 5, 5 DIC 2024
Zum. Naufragio con espectadores es un recorrido —diseñado por Miguel Vega Manrique en colaboración con el Área de Educación del Museo Reina Sofía y dirigido a alumnos del curso 4º de la ESO y Bachillerato— que busca cuestionar el lugar desde el cual, como espectadores, nos aproximamos al mundo que nos rodea a través de conceptos como la desorientación, la curiosidad, lo imprevisible, el desconcierto y la experimentación, presos de un estado de embriaguez más o menos reversible.
El recorrido se desarrolla en el espacio de la Colección Un barco ebrio: eclecticismo, institucionalidad y desobediencia en los ochenta, situado en la Planta 0 del Edificio Nouvel. En él se nos invita a sumergirnos en el Museo como posibles náufragos de una historia reciente cuyos pilares residen sobre el consenso político de la socialdemocracia, el régimen económico de capitalismo de consumo y las consiguientes crisis globales que asolan el planeta.
El barco ebrio, en alusión a Le bateau ivre, poema de Arthur Rimbaud que aludiría a la deriva de un arte que navega sin un rumbo fijo, fue el título descartado por el comisario Rudi Fuchs para la documenta 7 de Kassel (1982), en la que se comienza a proponer una mediación cultural que transite por una concepción cambiante e inestable del cuerpo en diálogo con la enfermedad, la tecnología, la ciencia, lo escultórico, el diseño y la teátrica de las identidades y del conocimiento que nos constituyen.
En este contexto, las metáforas de la embriaguez, la navegación y el naufragio como riesgo implícito nos sirven para reflexionar sobre los límites de un espacio y de una visualidad determinados, con una idea instituida de frontera y de cuerpo. ¿Es el naufragio el precio a pagar por una estabilidad, una modernidad, un orden institucional aparentemente inamovibles? ¿Podemos vivir sin las pasiones, vientos, tormentas o calamidades que de vez en cuando arrastran todo consigo? ¿Qué sensaciones, afectos, peligros o emociones despiertan en el espectador la puesta en escena y el espectáculo en los que participa?
Chema García Ibarra. Espíritu sagrado
8 NOV 2024
Aconsejaba Kipling a la hora de construir un relato no adoptar la figura de un demiurgo omnisciente, sino ignorar parte de la historia durante su narración. Y es ahí donde reside la imprevisibilidad narrativa y la potencia dramática de Espíritu sagrado, primer largometraje de un director, Chema García Ibarra, que se había hecho notar allá por 2009 con su corto El ataque de los robots de Nebulosa-5. Desde entonces su obra ha seguido el sendero de una particular ciencia ficción costumbrista ilicitana y de una aproximación a la fantasía desde lo cotidiano, y viceversa, que le permite seguir ahondando en los abismos que se abren en nuestro entorno más próximo. El hecho de utilizar intérpretes no profesionales contribuye a la misma sensación de extrañamiento que provoca el horror situado fuera de campo: el mal se cierne sobre el mundo, pero de nada vale “vigilar los cielos” porque este no va a llegar del espacio exterior, sino de nuestro entorno más cercano.