Archivo Horacio Ferrer

Horacio Ferrer de Morgado (Córdoba, 1894 - Madrid, 1978) fue un pintor español caracterizado inicialmente por su impronta simbolista y naturalista que, hacia finales de la década de 1930 y coincidiendo con la Guerra Civil, se alineó con el realismo social para evidenciar la trágica situación del país y la necesidad de unión y lucha.

Ferrer se formó en la Escuela de Artes y Oficios de Córdoba y en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Durante la década de 1920 y principios de la de los treinta, formó parte de diversos certámenes y exposiciones, entre otros, del X Salón de Otoño de Madrid (1930) y en las salas del periódico Heraldo de Madrid (1932 y 1933) donde aparecía como miembro del grupo Artistas de acción. En 1934 la Junta de Ampliación de Estudios le becó para estudiar durante un año pintura al fresco en la Academia de Bellas Artes de Florencia. Ya en España, al estallar la Guerra Civil, se comprometió con la causa republicana y se incorporó a la Sección de Artes Plásticas de la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura. En esta época, abandonó el estilo simbolista y naturalista que caracterizaba su pintura para tender hacia un mayor realismo dotado de connotaciones políticas y sociales. Destacó su participación en el Pabellón de la República Española de la Exposición Internacional de París de 1937, donde su trabajo Madrid 1937 (Aviones negros) compartió escenario junto a obras como Montserrat de Julio González, Mercury Fountain [Fuente de mercurio] de Alexander Calder o el Guernica de Pablo Picasso. Con esta última, la obra de Ferrer guarda una especial afinidad, ya que ambas, enfocadas en los bombardeos contra civiles, son muestra de la violencia que se cernía sobre la población española: en el caso del autor malagueño, centrándose en la ciudad vasca y, en el del cordobés, en un grupo de mujeres y niños en Madrid. De este año data también otra de sus pinturas más emblemáticas, Éxodo, donde expone la huida a la que se vieron abocadas las personas cuando la contienda se acercaba a sus hogares. Horacio Ferrer exploró también otras técnicas, principalmente el grabado, del que se serviría en sus colaboraciones para revistas como 14ª División, CNT, Frente Libertario o Victoria.

Tras la guerra, además de continuar participando en concursos y muestras colectivas, recibió numerosos encargos de obras en importantes enclaves e instituciones. Acometió las pinturas del Salón de Recepciones del Palacio Real de Riofrío de Segovia, la decoración de parte del Palacio de Juan March en Palma de Mallorca o las pinturas del techo del Teatro Gayarre en Pamplona. Asimismo, en Madrid, trabajó en la Ermita de El Pardo, el Convento de las Descalzas Reales, la Escuela de Ingenieros Industriales, el Teatro Lope de Vega o el Circo Price, entre otros.

El Archivo Horacio Ferrer fue donado en 2010 a la Biblioteca y Centro de Documentación del Museo Reina Sofía. Está formado por documentación variada acerca del autor y comprende, sobre todo, material gráfico, catálogos de exposiciones y recortes de prensa. Estos últimos reflejan, en parte, la recepción de su trabajo; son especialmente llamativos los artículos de los años 1936 y 1937, algunos de los cuales se encuentran clasificados en las series Aviones negros y Éxodo. La documentación gráfica conservada incluye un dibujo original de 1916 titulado Retrato masculino con pipa y sombrero: autorretrato y diversas fotografías tanto de sus obras como del artista y su ámbito privado.