Ana Prada

Ana Prada (Zamora, 1965) muestra una de las nuevas vías por las que discurre la práctica de la escultura española contemporánea. En su obra, el trabajo manual es un proceso y constituye un acto poético que transforma objetos y materiales extraídos de la vida cotidiana (rulos, pinzas de pelo, tetillas de biberones, medias de nylon o cuchillos de plástico). En palabras de la profesora y crítica de arte Estrella de Diego, estos elementos son “entidades que se expanden con apariencia de objetos, eso sí, en el que las cosas son instrumentos al servicio de la mecánica, de la progresión”. Las catorce piezas que componen esta exposición corresponden a proyectos ideados en los últimos seis años e ilustran este fenómeno de la poetización del objeto, como Gusano geométrico (1994), 20 costuras (1994) o Trenza azul (1994).
Estrella de Diego señala que la artista acude a “materiales pobres y aparentemente banales, pero simbólicos para una lectura del universo femenino”, con los que compone nuevas formas basadas en la repetición y que proponen nuevos significados. A partir de asociaciones heterodoxas y sorprendentes (como plastilina y cuchara de madera o clavos y pajitas de plástico) Prada constituye un nuevo orden cargado de ironía, que genera una poética muy personal. En sus obras, la sencillez de las apariencias contrasta con la complejidad de los nuevos significados originados.
Las piezas se constituyen a la vez como dispositivos escultóricos y proyectos poéticos tridimensionales. En la mayoría de los casos están integradas directamente en la pared, lo que elimina la noción de soporte o marco y permite la ocupación espontánea de todo el espacio expositivo.
Dada su propia génesis, los trabajos de esta artista activan una serie de dicotomías derivadas de la exploración y subversión de los principios tradicionales de la escultura: figura/fondo, objeto/espacio y fragilidad/consistencia. Su proceso constructivo se fundamenta en la apropiación y la resignificación, lo que provoca tensiones estéticas y simbólicas.
En el caso de Ana Prada, el acto creativo comprende, a su vez, la destrucción de lo generado que se debe a la voluntad de temporalidad de sus piezas y al carácter efímero de algunos de los materiales empleados. Por esta razón, parte de las obras mostradas en esta exposición en el Museo Reina Sofía, se destruirán tras su clausura.
Artistas
Organiza
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
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