Las referencias que podrían estar presentes en Vida y Costrumbres están conectadas de alguna forma con el cine experimental. Que es algo que no haría y que no hago en el espacio de mi estudio pero que en realidad está relacionado con varias personas que me influyeron de una forma directa o indirecta, no solo en la programación sino en el trabajo más fílmico.
En Vida y Costumbres hay una referencia que es bastante importante para mí, el trabajo de Klaus Wyborny, un director experimental alemán que desarrolló una técnica de grabación/filmación en la que manipula la propia cámara y los efectos se crean de manera natural, el paso de un plano a otro se hace a través de un sistema mecánico. Hay una especie de descubrimiento en lo que sucede entre plano y plano, y todo el trabajo se ha hecho, ese descubrimiento que son varios collages que en el fondo se van transformando y mutando entre fotogramas.
En la propia película hay una improvisación sobre una serie de imágenes, una serie de libros que fotocopié y uno de ellos, que está bastante presente también es el libro de la película El jardín de Derek Jarman.
Me gusta mucho el trabajo de Elianne Radigue y me gusta sobre todo un disco que salió hace poco llamado Feedback Works con los trabajos de ella de los años 60 y 70. La cuestión es que hice el montaje de la película en función de esto, en función de esa suspensión o también de ese lado utópico que ella tiene en ese periodo.
La base para esta pieza es la figura de un fotógrafo que se llama Dante Vacchi, que en 1961 después de las masacres en el norte de Angola solicitó acompañar a una columna militar de represión, y cuando llega allí se da cuenta de que las tropas portuguesas no estaban del todo preparadas para combatir en el campo, en una guerra que era en realidad una guerrilla. Vacchi se había presentado como especialista y excombatiente de Argelia y de Indochina y propone crear una tropa de élite que pudiese combatir en el terreno. Entonces se inventa una cosa que se llaman "los comandos", una fuerza que todavía existe hoy en día y para la cual desarrolla una serie de tácticas y para la que aplica también una serie de sus excentricidades.
Más tarde se descubre que en realidad no es un veterano y que en realidad se había dedicado a fotografiar. No sólo fotografió el avance de la columna militar con el que hizo un libro de fotografía que se llama Angola 1961-1963, donde se ve a su grupo en acción; fotografió también al mismo tiempo a jóvenes en rituales de pubertad.
Las tropas descubrieron que cada vez que entraban en la selva, la selva se “callaba”, se creaba un silencio y ese silencio era delator, y la mayor parte de las veces sufrían emboscadas, y muchas de ellas estaban causadas de ese silencio. Dante Vacchi desarrolló un sistema de altavoces que reproducía el sonido de la “naturaleza” y cuando le daban al play se oía la naturaleza, y la naturaleza se reiniciaba, y el silencio se superaba.
Hay una película de Gualtero Giacopetti llamada Africa Addio que habla precisamente de eso, mostrando a las tropas en acción usando esta técnica tan extraña. Cuando vi esta película y me interesaba mucho este silencio concreto, tipo John Cage, que podría ser una de las referencias de este trabajo, y en aquel momento mi mujer, que trabaja en neurociencia, estaba trabajando sobre el miedo y la transmisión social del miedo. Trabajábamos en el mismo apartamento en dos cosas distintas y ella no entendía por qué una rata conseguía transmitir miedo a otra a través de una caja compartimentada y por casualidad le sugerí que era porque el silencio estaba siendo transmitido. Esto se convirtió en su línea de investigación en la que trabajó su laboratorio y publicó un artículo en Current Biology en 2012.
Lo que presento aquí en el fondo es eso, es una especie de concretización de este silencio. Es algo que viene de la relación entre dos piezas separadas y lo que me interesaba aquí era crear una densidad, una tensión que parte también de unos sonidos que grabé en una isla de Tailandia: Unas cigarras que tienen una frecuencia absolutamente horrible. Fue la cosa más violenta que he vivido así a nivel sonoro, e intentar crear una especie de patrón denso al cual poder aplicar un silencio, una pausa que de alguna forma se concretiza en un tipo de comunicación.
En la segunda pieza las fotografías parten también de una fotografía de una playa en el sudeste asiático donde hay una boya que por el hecho de estar perforada crea una especie de ojo, una idea de ojo. Y ese ojo va avanzando al son de las cigarras como si estuviese inmerso en una especie de desorientación y en determinado momento se enfoca. Uno de los temas que me interesa también en este tema de comunicación silenciosa, siendo los humanos los únicos animales que tienen una parte blanca alrededor del iris y una parte de la comunicación que realizamos parte también del movimiento del ojo y de la forma en que el blanco comunica silenciosamente. En el fondo lo que hay no es solo una comunicación entre dos piezas sino también una comunicación sobre la forma en la que nos centramos en las pequeñas señales dadas por el movimiento ocular.