Val del Omar preparando tomas de sonido en Cuenca, en 1963, probablemente para un rodaje de la serie Festivales de España

Val del Omar

Sonidista

martes 22 febrero 2011
6:57
Política
Audiovisual
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Música
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Pedagogía

Cuando José Val del Omar (Granada, 1904 - Madrid, 1982) se considera a sí mismo cinemista no está cayendo en la trampa de privilegiar el cine frente a la mística. Cuando José Val del Omar dice ser un analfabeto con cultura de sangre no está rindiéndose a la luz como única forma de conocimiento. Se sabe que tan importante es para él la mística como la luz o el sonido. Lo que se escucha es algo indisoluble de la imagen. Sus películas tienen un tratamiento sonoro profundo ¿pero por qué se ha presentado siempre a Val del Omar como un "cineasta" y no como un "sonidista"? Su imaginario visual es tan potente que la educación oculocentrista no permite escuchar la profundidad de su discurso sonoro. Con esta cápsula en el canal Contextos se propone tapar la lente del proyector y dejar que suenen fragmentos de Aguaespejo Granadino y Fuego en Castilla.

La importancia del sonido en Val del Omar radica en su obsesión por el registro, metros y metros de cintas en la que graba horas de ambientes, sonido del agua, ruidos, en definitiva, música concreta. Además Val del Omar diseña un sistema de sonido, el diafónico, que revierte la lógica "objetiva" del sonido estéreo. La diafonía es un intento de activar un canal de reacción subjetivo que llama poderosamente a las puertas de la intuición.

En conclusión, si no se recupera el sonido como una parte fundamental de su obra se puede intuir cómo trabajaba Val del Omar, pero nunca llegar a sentirlo en toda su complejidad.

Realización

Pedro Jiménez - ZEMOS98

Agradecimientos

A Javier Ortiz-Echagüe, Javier Viver, Eduardo Polonio, Pedro G. Romero, Carmen Pardo, Beatriz Rodríguez, Chiu Longina, Javier Codesal, Benito Jiménez y a todo el equipo de ZEMOS98.

Licencia
Creative Commons by-nc-nd 4.0
Citas de audio
  • Grabación en directo de la aproximación a la diafonía de Aguaespejo Granadino y Fuego en Castilla, películas de José Val del Omar, que propone el DVD 3 del cofre Val del Omar. Elemental de España, editado por CAMEO y el Archivo María José Val del Omar & Gonzalo Sáenz de Buruaga
  • Juan Diego interpretando la voz de Val del Omar en Ojalá Val del Omar (1994) de Cristina Esteban
  • Dámaso Alonso recitando Hijos de la ira (Años 40), grabación sonora realizada por José Val del Omar y que pertenece al Archivo María José Val del Omar y Gonzaleo Sáenz de Buruaga presente en la exposición Desbordamiento de VAL DEL OMAR del Museo Reina Sofía y Centro José Guerrero.


 

Val del Omar

Sonidista

Val del Omar
Sonidista

Javier Ortiz Echagüe, investigador y co-comisario de : desbordamiento de Val del Omar:  Sí pero no sé es como un tema que está constantemente pero que a la vez no es nada. Porque no hay piezas ni hay nada. O sea este museo no ha invertido lo mismo en digitalizar películas que en digitalizar sonidos.

Toda obsesión por el registro ¿no? por ir grabándolo todo e intentar hacer música a partir del material bruto, de los sonidos de los taconeados, de las uñas… del ruido que igual que tiene una obsesión por el registro en imágenes de ir filmándolo todo, y volver a la Alhambra una vez tras otra y seguir filmando y hacer Súper 8 y todo ese tipo de cosas… hay ahí una cosa del registro auditivo que también está constantemente en él.

Todos esos son materiales con los que él iría trabajando pero no los tenemos acabados y cerrados diciendo "esto es una pieza sonora" o sea él hablaba de hacer un piano de agua, una especie de pieza a base de sonidos de agua, claro los tenemos en bruto no sabemos cómo lo hubiera acabado ni sabemos… nada.

Juan Diego interpretando la voz de Val del Omar en Ojalá Val del Omar, grabación radiofónica, 1994: La Diafonía es opuesta a la estereofonía, es más una diferencia expresiva que técnica, buscando el relieve cronológico y psicológico. Se apoya en el pasado que en una sala de proyecciones cinematográficas estaría detrás del espectador y con el futuro en la pantalla, estas dos fuentes sonoras en su intersección definirían el presente allá donde se situase el espectador. La diafonía se orienta exclusivamente a entender la palpitación sonora en aquella línea que une al espectador con el motivo del espectáculo. El segundo sonido debe ser el contrapunto de la acción de pantalla, puede crear un clima por música o ruido inconscientes, puede operar como subconsciente, en definitiva puede decidir la marcha emotiva, este segundo sonido puede venir del techo de la sala.

Dámaso Alonso recitando Hijos de la Ira. Años 40. Grabación con efectos añadidos propios del instrumental acústico desarrollado por José Val del Omar:

o si el paisaje desolado de su alma.

Va despacio, arrastrando los pies
desgastando suela,

Va despacio, arrastrando los pies
desgastando suela, desgastando losa,
pero llevada
por un terror
oscuro,
por una voluntad de esquivar algo horrible

Sí, estamos equivocados.
Esta mujer no avanza por la acera
de esta ciudad,
esta mujer va por un campo yerto,
entre zanjas abiertas, zanjas antiguas, zanjas recientes
y tristes caballones,
de humana dimensión, de tierra removida
de tierra
que ya no cabe en el hoyo de donde se sacó,
entre abismales pozos sombríos,
y turbias simas súbitas
llenas de barro y agua fangosa y sudarios harapientos de desesperanza.

Oh sí, la conozco.
Esta mujer yo la conozco: ha venido en un tren
en un tren muy largo
ha viajado durante muchos días y durante muchas noches:
unas veces nevaba y hacía mucho frío,
otras veces lucía el sol y remejía el viento
arbustos juveniles
en los campos en donde incesantemente estallan extrañas flores
encendidas.
Y ella ha viajado y ha viajado,
mareada por el ruido de la conversación.