Programa
Abrazar la incerteza. Espantando el mal II se organiza a lo largo de cinco sesiones, a partir de un trabajo continuo y colectivo, en torno a cuatro ejes:
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La salud como bienestar y como centro de la/s vida/s humana/s y no humana/s
¿Cómo gestionamos la cadena salud/sanar/cuidar de las personas y las otredades?
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Maneras de habitar la política de los afectos y los cuidados
¿Cómo entender el “miedo al contacto” que produce barreras reales y subjetivas frente al otro, la fragmentación social y la construcción de mundos enfrentados? ¿Es posible pensar colectivamente maneras de estar cerca?
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El lenguaje como constructor de realidades
¿Cómo habitar el nuevo lenguaje nacido de la pandemia y de qué manera se pueden subvertir estas formas de nombrar, señalar y controlar la realidad?
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Parar, respirar, hacer menos
¿Podemos parar? ¿Qué supone suspender por un momento la productividad, los desplazamientos, los compromisos, el consumo? ¿Los hemos suspendido o los hemos reemplazado? ¿Hay algo de este periodo con lo que nos queramos quedar?
La primera sesión está dedicada a compartir la experiencia tanto del proyecto Anarchivo sida —desarrollado por las investigadoras que coordinan este grupo junto con Aimar Arriola (Equipo re)—, como la del grupo de estudio Espantando el mal. Durante las siguientes sesiones se revisan las prácticas pasadas y presentes vinculadas a los movimientos del VIH/sida, así como las de l+s propios participantes del grupo, además de elaborar herramientas colectivas en torno a los ejes propuestos que nos ayuden a habitar este presente incierto y un posible porvenir. Para construir conjuntamente formas de materializar una “narración”, tanto del trabajo deslocalizado como de lo que se genere en cada sesión, se cuenta con la participación de la artista Josune Urrutia.