Congresso Internacional Extraordinário dos Críticos de Arte, 1959
- Artes en vivo
- Seminarios y conferencias

Celebrada el 27 abril, 2017 - 19:00 h
En 1959 tuvo lugar el Congreso Internacional de Críticos de Arte en Brasil, un simposio en el que artistas, arquitectos, historiadores del arte y de la arquitectura, como Mário Pedrosa, Meyer Schapiro, Giulio Carlo Argan, Bruno Zevi, Jorge Romero Brest, Tomás Maldonado, Frederick Kiesler o Eero Saarinen, entre otros, fueron convocados para debatir qué podía hacer la modernidad en el mundo naciente tras la posguerra. Bajo el tema de “Ciudad nueva-síntesis de las artes”, el congreso se celebraba por vez primera en América Latina durante nueve días y en tres ciudades diferentes, São Paulo, Rio de Janeiro y Brasilia. A la vez que se debatía el urbanismo moderno como búsqueda de la integración de las artes y producción de una obra artística colectiva, tenía lugar el nacimiento de Brasilia como un ensayo real de estos mismos debates. Más de cincuenta mil trabajadores en turnos ininterrumpidos construían aquello que Mário Pedrosa definiría con entusiasmo como una aventura y una esperanza: Brasilia, capital del Estado y urbe estrictamente moderna.
El congreso, con más de 22 países participantes, debatirá el modelo social y urbano que supone este proyecto en siete sesiones: la ciudad nueva, el urbanismo, la técnica y la expresión, la arquitectura, las artes plásticas, las artes industriales y, por último, el arte y la educación. Las actas del congreso son un documento histórico y desconocido para entender el lugar central de la modernidad en su vocación de participar y dar forma a los desafíos de este nuevo mundo.
En esta pieza, Cuqui Jerez y su equipo proponen una activación de las actas del congreso, adaptadas por Michelle Sommer, co-comisaria de la exposición Mário Pedrosa. De la naturaleza afectiva de la forma, como ejercicio performativo de un episodio utópico del pasado, pero con una enorme potencia y reverberación en un presente en el que la historia y la crítica de arte han sido desplazadas de su rol e influencia pública. A través de la exposición de una serie de documentos relacionados con el Congreso, la artista genera un dispositivo que funciona como filtro formal para acercarse al material documental y adoptar una mirada estética específica, pero sin que esta sea subjetiva o suponga un posicionamiento frente al documento histórico. La lectura no pretende comentar o generar una interpretación sobre los fragmentos del pasado, sino componer un plano de proyección, mental y conceptual, que afecte tanto al público como al propio dispositivo escénico y teatral de representación. De esta manera, la obra busca ser tanto una primera puesta en escena del pensamiento de Mário Pedrosa y su tiempo como una confirmación de la imposibilidad de reproducir o ficcionalizar los debates que protagonizaron este momento de radical utopía.
El evento será retransmitido en el marco del programa “Diálogos” de la red de museos L’Internationale, un programa público que marca el 27 de abril como inauguración de distintas exposiciones y actividades concebidas por los museos miembros de esta red
Moderna galerija (MG+MSUM, Ljubljana, Eslovenia); Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS, Madrid, España); Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA, Barcelona, España); Museum van Hedendaagse Kunst Antwerpen (M HKA, Amberes, Bélgica); SALT (Estambul y Ankara, Turquía) y Van Abbemuseum (VAM, Eindhoven,Holanda).
Actividad organizada por el Museo Reina Sofía en el marco del proyecto "Los usos del arte" de la confederación de museos europeos L’Internationale.
Concepto y dirección
Cuqui Jerez
Creado en colaboración con
Óscar Bueno, Javier Cruz, Jorge Salcedo y Silvia Zayas
Selección de textos
Michelle Sommer
En el marco de
Diálogos L´Internationale
Organiza
Museo Reina Sofía

Más actividades
Zum: Naufragio con espectadores
14, 16, 17, 17, 18, 21, 23, 24, 24, 25, 28, 30, 31, 31 OCT, 21, 21, 22, 25, 27, 28, 28, 29 NOV, 2, 4, 5, 5 DIC 2024
Zum. Naufragio con espectadores es un recorrido —diseñado por Miguel Vega Manrique en colaboración con el Área de Educación del Museo Reina Sofía y dirigido a alumnos del curso 4º de la ESO y Bachillerato— que busca cuestionar el lugar desde el cual, como espectadores, nos aproximamos al mundo que nos rodea a través de conceptos como la desorientación, la curiosidad, lo imprevisible, el desconcierto y la experimentación, presos de un estado de embriaguez más o menos reversible.
El recorrido se desarrolla en el espacio de la Colección Un barco ebrio: eclecticismo, institucionalidad y desobediencia en los ochenta, situado en la Planta 0 del Edificio Nouvel. En él se nos invita a sumergirnos en el Museo como posibles náufragos de una historia reciente cuyos pilares residen sobre el consenso político de la socialdemocracia, el régimen económico de capitalismo de consumo y las consiguientes crisis globales que asolan el planeta.
El barco ebrio, en alusión a Le bateau ivre, poema de Arthur Rimbaud que aludiría a la deriva de un arte que navega sin un rumbo fijo, fue el título descartado por el comisario Rudi Fuchs para la documenta 7 de Kassel (1982), en la que se comienza a proponer una mediación cultural que transite por una concepción cambiante e inestable del cuerpo en diálogo con la enfermedad, la tecnología, la ciencia, lo escultórico, el diseño y la teátrica de las identidades y del conocimiento que nos constituyen.
En este contexto, las metáforas de la embriaguez, la navegación y el naufragio como riesgo implícito nos sirven para reflexionar sobre los límites de un espacio y de una visualidad determinados, con una idea instituida de frontera y de cuerpo. ¿Es el naufragio el precio a pagar por una estabilidad, una modernidad, un orden institucional aparentemente inamovibles? ¿Podemos vivir sin las pasiones, vientos, tormentas o calamidades que de vez en cuando arrastran todo consigo? ¿Qué sensaciones, afectos, peligros o emociones despiertan en el espectador la puesta en escena y el espectáculo en los que participa?
Chema García Ibarra. Espíritu sagrado
8 NOV 2024
Aconsejaba Kipling a la hora de construir un relato no adoptar la figura de un demiurgo omnisciente, sino ignorar parte de la historia durante su narración. Y es ahí donde reside la imprevisibilidad narrativa y la potencia dramática de Espíritu sagrado, primer largometraje de un director, Chema García Ibarra, que se había hecho notar allá por 2009 con su corto El ataque de los robots de Nebulosa-5. Desde entonces su obra ha seguido el sendero de una particular ciencia ficción costumbrista ilicitana y de una aproximación a la fantasía desde lo cotidiano, y viceversa, que le permite seguir ahondando en los abismos que se abren en nuestro entorno más próximo. El hecho de utilizar intérpretes no profesionales contribuye a la misma sensación de extrañamiento que provoca el horror situado fuera de campo: el mal se cierne sobre el mundo, pero de nada vale “vigilar los cielos” porque este no va a llegar del espacio exterior, sino de nuestro entorno más cercano.