El cubismo en la cultura moderna (MOOC)
Un curso del Museo Reina Sofía y la Fundación Telefónica

Celebrada el Del 12 de septiembre, 2019, al 1 de junio, 2020
El Museo Reina Sofía y Fundación Telefónica presentan El cubismo en la cultura moderna, primer MOOC (Massive Open Online Course; en español: curso online masivo en abierto) que se realiza sobre este movimiento artístico y con el que ambas instituciones quieren mostrar la riqueza y el potencial educativo de sus respectivas colecciones.
En su apuesta por poner a disposición de la sociedad todos los recursos formativos y culturales digitales a raíz de la situación del COVID-19, Fundación Telefónica y el Museo Reina Sofía abren de nuevo el MOOC sobre cubismo. El curso se iniciará oficialmente el 1 de abril de 2020 y finalizará el 1 de junio de 2020. Más de 17.000 inscritos avalan el éxito de las dos ediciones anteriores.
El curso, de carácter online, gratuito y de libre inscripción, pretende convertirse en una referencia internacional para la divulgación del cubismo y de su destacada influencia posterior en inicios del siglo XX. En esta formación se analizan algunas de las obras fundamentales de artistas cubistas como Pablo Picasso, Georges Braque, Juan Gris o María Blanchard, y se revisan las relaciones de esta corriente con el cine, la fotografía o la ciencia moderna, y su difusión internacional como primera vanguardia cosmopolita en América Latina, con artistas tales como los uruguayos Joaquín Torres García y Rafael Barradas, y el argentino Emilio Pettoruti.
Esta iniciativa se dirige a todas las personas interesadas en una mayor comprensión del arte moderno y contemporáneo, ya que aborda con especial énfasis las ideas que motivaron el cubismo y sus conexiones con otros fenómenos sociales y culturales de la época. El MOOC expone cómo el cubismo no es solo el primer lenguaje artístico que parte de la pregunta ¿qué es el arte?, inaugurando así la aproximación conceptual que caracterizará al arte de nuestro tiempo, sino también el movimiento de vanguardia que mejor abordar la multiplicación y la fragmentación de la experiencia en la modernidad, una condición que aún hoy vivimos en nuestra relación con la tecnología.
A lo largo de cuatro módulos (Una época revolucionaria; La ruptura de la mirada, Picasso y Braque; Cubismo y vanguardia y Los otros cubismos), más una sección de introducción y otra de conclusiones, los alumnos tendrán acceso a materiales audiovisuales, lecturas recomendadas, test y actividades propuestas en los foros, todo ello como parte de la metodología de aprendizaje colaborativo planteada por MOOC. Por último, el curso aúna el trabajo en la plataforma digital con la visita a la colección cubista del Museo Reina Sofía, cuyas obras pueden verse en la web del Museo.
Organiza
Museo Reina Sofía y Fundación Telefónica
Duración: 5 semanas (15 horas de estudio estimadas)
Periodos de realización
Primera edición: 12 de septiembre - 31 de octubre, 2019
Segunda edición: 7 de octubre - 15 de noviembre, 2019
Tercera edición: 1 de abril - 1 de junio, 2020
Más actividades
Zum: Naufragio con espectadores
14, 16, 17, 17, 18, 21, 23, 24, 24, 25, 28, 30, 31, 31 OCT, 21, 21, 22, 25, 27, 28, 28, 29 NOV, 2, 4, 5, 5 DIC 2024
Zum. Naufragio con espectadores es un recorrido —diseñado por Miguel Vega Manrique en colaboración con el Área de Educación del Museo Reina Sofía y dirigido a alumnos del curso 4º de la ESO y Bachillerato— que busca cuestionar el lugar desde el cual, como espectadores, nos aproximamos al mundo que nos rodea a través de conceptos como la desorientación, la curiosidad, lo imprevisible, el desconcierto y la experimentación, presos de un estado de embriaguez más o menos reversible.
El recorrido se desarrolla en el espacio de la Colección Un barco ebrio: eclecticismo, institucionalidad y desobediencia en los ochenta, situado en la Planta 0 del Edificio Nouvel. En él se nos invita a sumergirnos en el Museo como posibles náufragos de una historia reciente cuyos pilares residen sobre el consenso político de la socialdemocracia, el régimen económico de capitalismo de consumo y las consiguientes crisis globales que asolan el planeta.
El barco ebrio, en alusión a Le bateau ivre, poema de Arthur Rimbaud que aludiría a la deriva de un arte que navega sin un rumbo fijo, fue el título descartado por el comisario Rudi Fuchs para la documenta 7 de Kassel (1982), en la que se comienza a proponer una mediación cultural que transite por una concepción cambiante e inestable del cuerpo en diálogo con la enfermedad, la tecnología, la ciencia, lo escultórico, el diseño y la teátrica de las identidades y del conocimiento que nos constituyen.
En este contexto, las metáforas de la embriaguez, la navegación y el naufragio como riesgo implícito nos sirven para reflexionar sobre los límites de un espacio y de una visualidad determinados, con una idea instituida de frontera y de cuerpo. ¿Es el naufragio el precio a pagar por una estabilidad, una modernidad, un orden institucional aparentemente inamovibles? ¿Podemos vivir sin las pasiones, vientos, tormentas o calamidades que de vez en cuando arrastran todo consigo? ¿Qué sensaciones, afectos, peligros o emociones despiertan en el espectador la puesta en escena y el espectáculo en los que participa?
Chema García Ibarra. Espíritu sagrado
8 NOV 2024
Aconsejaba Kipling a la hora de construir un relato no adoptar la figura de un demiurgo omnisciente, sino ignorar parte de la historia durante su narración. Y es ahí donde reside la imprevisibilidad narrativa y la potencia dramática de Espíritu sagrado, primer largometraje de un director, Chema García Ibarra, que se había hecho notar allá por 2009 con su corto El ataque de los robots de Nebulosa-5. Desde entonces su obra ha seguido el sendero de una particular ciencia ficción costumbrista ilicitana y de una aproximación a la fantasía desde lo cotidiano, y viceversa, que le permite seguir ahondando en los abismos que se abren en nuestro entorno más próximo. El hecho de utilizar intérpretes no profesionales contribuye a la misma sensación de extrañamiento que provoca el horror situado fuera de campo: el mal se cierne sobre el mundo, pero de nada vale “vigilar los cielos” porque este no va a llegar del espacio exterior, sino de nuestro entorno más cercano.