José Luis Alexanco y Luis de Pablo (música), Soledad interrumpida, 1971

Dictadura y contemporaneidad (1/2)

Música entre los años 60 y principios de los 70

lunes 12 diciembre 2011
27:41
Política
Modernidad
Música
Historia

La música española, en el periodo que va de 1962 a 1972, no podía evadirse a la situación general del país: una dictadura que ya duraba más de veinte años y no tenía aspecto de desaparecer en forma repentina. Por ello, cualquier forma de vanguardia artística, había de nacer en esa situación, en la que se vivía y con la que había de negociar tanto la creación como la vida.

El primer atisbo de una música distinta, en un ambiente marcado por la canción española, un pop absolutamente derivativo de lo anglosajón y un clasicismo sinfónico de orden nacionalista, fue la llamada Generación del 51 formada, entre otros por Cristóbal Halffter, Luis de Pablo, Ramón Barce o Carmelo Bernaola, junto a los catalanes Joan Guinjoan, Mestres Quadreny o Xavier Benguerel. Pero además surgieron activistas más radicales como el Grupo ZAJ, emparentado con Fluxus. Y también música electrónica como la muy pionera de Ramón Sender desde San Francisco. A finales de este periodo comenzarían a surgir también otras forma de música pop como el rock progresivo que, iniciado por los andaluces Smash y los catalanes Máquina! habría de influir decisivamente en buena parte de la década que va de 1972 a 1982 y que será objeto de una segunda cápsula sonora.

Realización

José Manuel Costa

Licencia
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Citas de audio
  • Ramon Sender. "Worldfood XII" en Worldfood, Locust Music ‎(2004)
  • Cristóbal Halffter. Misa Ducal, (1956)
  • Cristóbal Halffter. "Secuencias" en Symposion / Secuencias / Lineas Y Puntos, Wergo (1969)
  • Enrique Franco. Montañas nevadas (1945)
  • Tomás Marco. "Mysteria" en Tea Party - Mysteria - Rosa Rosae, Clave (1973)
  • Carmelo Bernaola. La Clave (1967)
  • Luis de Pablo. Soledad Interrumpida (1972)
  • Xavier Benguerel.  "Arbor" en Arbor / Quasi Una Fantasia, Interdisc (1972)
  • Carles Santos. "Pertorbació Inesperada" en Perturbación Inesperada, (Linterna 1986)
  • Juan Hidalgo. "Étude de Stage" (1961) en De Juan Hidalgo (1957-1997), Centro Atlántico De Arte Moderno, Centro Atlántico De Arte Moderno, Centro Atlántico De Arte Moderno (1997)
  • Walter Marchetti. In Terram Utopicam, Cramps Records (1977)
  • Ramon Sender. "Worldfood VII (To see him with my eyes)" en Worldfood, Locust Music ‎(2004)
  • Maquina!. "I Believe" en I Believe / Thank You, Diábolo (1970)

Dictadura y contemporaneidad (1/2)

Música entre los años 60 y principios de los 70

Dictadura y contemporaneidad
Música entre los años 60 y principios de los 70

- Audio: Ramon Sender. "Worldfood XII" en Worldfood, Locust Music ‎(2004)

¿Hubo una España de sonidos diferentes?
¿Llegó la vanguardia musical a la España franquista?
¿Qué sucedió a continuación?
Esta es la primera de dos cápsulas que, cómo la colección visual, tratan del periodo entre 1962 y 1982. O lo que va del tardo-franquismo al asentamiento de una muy joven democracia.
De forma muy somera se procurará realizar un recorrido por las historias y, sobre todo, por los sonidos que, más o menos tolerados, se produjeron en este periodo cultural-histórico.
Como en cualquier otro Arte, resulta imposible hablar de la música experimental o de vanguardia en España sin tener en cuenta la existencia de la dictadura, en la cual necesariamente había de nacer. En lo ideológico cultural, la dictadura no poseía un gran discurso normativo, más allá de una adscripción a la moral de la iglesia católica, la unidad de España o un anticomunismo primario que dibujaban nuestro atrasado país como último bastión de la civilización cristiana occidental.

Con el plan de estabilización de 1959 y la subsiguiente emigración masiva con destino Europa, la llegada del turismo, del bikini y la minifalda, del contacto con el exterior, esta ligera tramoya ideológica saltó hecha pedazos, y la excepcionalidad positiva de España muy puesta en cuestión, de modo que dentro del sistema comenzaron a escucharse voces, si no directamente opositoras, sí divergentes.

La renovación de la música española, hasta entonces personalizada en Falla, un Albéniz, un Turina o un Rodrigo estuvo protagonizada por lo que ya iba llamándose Generación del 51, compuesta por quien la bautizó, Cristóbal Halffter junto a Luis de Pablo, Carmelo Bernaola o Ramón Barce, Josep Soler, Román Alís o Joan Guinjoan.
Seguramente el más destacado en un principio fue Cristóbal Halffter, quizás por su espíritu religioso que luego informaría su pacifismo militante, que le condujo de muy joven a componer piezas como Antífona Pascual a la Virgen (1952), una Misa para el Frente de Juventudes o en 1956 esta Misa Ducal para los Duques de Alba.

- Audio: Cristóbal Halffter. Misa Ducal, (1956)

La generación del 51 se llama así porque casi todos sus componentes habían nacido en 1930 y ese era el año en que debía tocarles hacer el servicio militar. Fue una generación que no sufrió especialmente bajo el régimen. De hecho tanto Halffter como Luis de Pablo participaron en el Concierto de la Paz de 1964, que formaba parte de los fastos ideados por fraga Iribarne para celebrar los 25 años de franquismo. Allí estaban ambos con sendas obra de la vanguardia serial, muy formalistas, sin entrar en declamaciones heroicas o patrióticas. Pero tanto uno como otro ocupaban cargos influyentes en el mundo musical durante el régimen, como director del Conservatorio. A estos sonaba la aportación de Cristóbal Halffter al Concierto de la Paz, una pieza llamada Secuencias.

- Audio: Cristóbal Halffter. "Secuencias" en Symposion / Secuencias / Lineas Y Puntos, Wergo (1969)

No obstante, sería tan equivocado ocultar esta convivencia como poner ahora a la generación del 51 sobre el ara de los sacrificios. Para empezar, también en otros ámbitos se produjo esta sigamos llamándole convivencia entre la vanguardia y el franquismo, como demuestra la presencia oficial de Tapies o Chillida en la Bienal de Venecia. Por otro, estas personas trabajaban con la mayor naturalidad con artistas poco apreciados por el régimen. Y, sobre todo, jugaron un papel trascendental en la presentación de las también bastante formalistas vanguardias nacidas en Alemania o Francia, con las que tenían una intensa relación.

Tomemos un último ejemplo. Enrique Franco, nacido en 1920 y sin relación familiar con el dictador, aunque si con Jess, Carlos y Ricardo Franco, se hizo famoso en 1945 como el compositor de Montañas Nevadas, el himno del Frente de Juventudes.

- Audio: Enrique Franco. Montañas nevadas (1945)

Pero Enrique Franco fue también jefe eterno de los nada reaccionarios programas musicales de Radio Nacional, creador del Segundo Programa, hoy Radio Clásica y crítico musical fundador del impecablemente democrático diario El País. Franco impulsó de forma notable la música contemporánea española a través de encargos frecuentes desde Radio Nacional que permitieron el surgir de muchos músicos jóvenes estrenados por grupos como LIM o Koan e incluso por la Orquesta de RTVE. Un ejemplo fue el largo tiempo colaborador de Franco Tomás Marco que realizaría Mysteria (1970)

- Audio:  Tomás Marco. "Mysteria" en Tea Party - Mysteria - Rosa Rosae, Clave (1973)

En realidad, tanto la música como la pintura, entonces en plena abstracción, estaban mucho menos sujetas a censura y represión que artes más discursivas y potencialmente críticas, como la literatura, el teatro o el cine. Por no hablar de los medios de comunicación o la canción protesta (y casi de cualquier tipo) que iría naciendo a finales de los años sesenta. También se daba el caso de que algunos de estos compositores realizaron bandas sonoras, en el caso de Carmelo Bernaola, decenas de ellas, siendo quizás la más popular la de Verano Azul, pero también esta impresionante sintonía de La Clave.

- Audio: Carmelo Bernaola. La Clave (1967)

Por su parte, Luis de Pablo, de quien escuchamos We (Nosotros) de 1970 como fondo en esta cápsula, formaría el grupo Alea que a través de sus actividad y no en último término sus conciertos, ayudaron a que nos pusiéramos algo al día. Aunque Alea tomaba su nombre de la música aleatoria de John Cage, su producción no era necesariamente aleatoria. Pero de las actividades que tenían lugar allí podían dar en piezas como Soledad Interrumpida realizada en 1971 junto al artista visual José Luis Alexanco para una obra audiovisual, una de las primeras del arte sonoro en nuestro país.

- Audio: Luis de Pablo. Soledad Interrumpida (1972)

En su conjunto, la generación del 51 y alrededores estaba plenamente informada, se encontraba integrada en los circuitos internacionales pero quizás, al no disponer de una figura trascendental como Picasso en pintura, no logró destacar de la misma manera.

Hasta ahora hemos hablado de Madrid. La otra gran potencia musical, Barcelona, no era entonces mucho más progresista. Instituciones como el Liceo o el Palau eran reflejo y asiento de la burguesía local, incluso más aferrada al clasicismo estético que el poder central. No obstante, también allí hubo impulsos, como el ya mencionado Ginjoan, Mestres Quadreny o Xavier Benguerel, más o menos en la misma línea del grupo de Madrid (donde no todos, ya se ha visto, eran madrileños). Vamos a escuchar Arbor de Xavier Benguerel, una obra encargada en 1972 por el mencionado Enrique Franco para Radio Nacional.

- Audio: Xavier Benguerel.  "Arbor" en Arbor / Quasi Una Fantasia, Interdisc (1972)

No obstante la actividad en Cataluña podía adoptar formas muy sesgadas e interdisciplinares en torno a la figura del poeta omnipotente Joan Brossa o el cineasta experimental Pere Portabella. Un músico de este tipo podría ser Carles Santos, un Valenciano de Vinaroz que estudió desde muy joven en Barcelona. Santos, además de un gran pianista, ha sido un personaje hiper-provocador influido de cerca por John Cage que incluso en 1986 aparecía en la portada de Perturbación Inesperada vestido de mujer con su peludo sexo al aire. Vamos a escuchar un fragmento.

- Audio: Carles Santos. "Pertorbació Inesperada" en Perturbación Inesperada, (Linterna 1986)

Por otra parte, no todo seguía esta senda académico/vanguardista. No puede ser casualidad que en 1964, el mismo año del Concierto de la Paz, Juan Hidalgo, Walter Marchetti y de nuevo Ramón Barce fundaran el grupo ZAJ. Hidalgo, que había estado cercano al grupo Nueva Música, donde se había congregado en un principio la generación del 51, tenía mucho más que ver con John Cage, el Neodadaismo o Fluxus, para quienes el hecho musical pasaba de lo formalista a lo conceptual, del hieratismo a la performance, de la respetabilidad a la provocación. Así podía sonar Juan Hidalgo en 1961 en Étude de Stage quizás la primera obra electrónica española.

- Audio:Juan Hidalgo. "Étude de Stage" (1961) en De Juan Hidalgo (1957-1997), Centro Atlántico De Arte Moderno, Centro Atlántico De Arte Moderno, Centro Atlántico De Arte Moderno (1997)

La actividad de un grupo como ZAJ se veía dificultada por la música o no-música en sí misma, pero también por sus aspectos performativos, que a los censores presenciales les debían resultar tan incomprensibles como peligrosos. De las seis presentaciones previstas en 1967 en el teatro Infanta Beatriz de Madrid, solo pudo llevarse a cabo una: el público, bastante enterado, se indignó entre veras y bromas con el acto de llenar un vaso de Pernod hasta que rebosara o un final que consistía en un simple zumbido durante diez minutos. Algo así como el Adversus que grabó Marchetti en 1977. Está claro que Fluxus no había nacido para la academia.

- Audio: Walter Marchetti. In Terram Utopicam, Cramps Records (1977)

Incluso en los casos de Hidalgo o Marchetti, la música de este periodo sigue basándose sobre todo en instrumentos tradicionales. Pero ya en aquellos sesenta había tendencias hacia otra formas, como la música puramente electrónica, que andando el tiempo se haría dueña de casi toda música avanzada. Aquí si que estuvimos en el principio a través de una figura escasamente conocida en España, pero de influencia universal. Se trata de Ramón Sender (no confundir con el escritor Ramón J. Sender, su padre) que en 1961 fundó junto a Morton Subotnick el San Francisco Tape Music Center y uno de los diseñadores del mítico sintetizador Buchla. Sender no ha sido muy prolífico pero ya en 1965 estaba haciendo cosas como Worldfood XII que sirve de fondo a esta cápsula o Worldfood VII (To See Him With My Eyes).

- Audio: Ramon Sender. "Worldfood VII (To see him with my eyes)" en Worldfood, Locust Music ‎(2004)

No querría olvidar a otros insignes representantes de la electrónica como Lugán o Eduardo Polonio, pero estos nos servirán para establecer vínculos con el próximo periodo, el que abarca de 1972 a 1982.
Tampoco hemos hablado de lo que se llama genéricamente música popular. En esta primera etapa, dicha música estaba dividida entre un Pop más o menos decente pero completamente derivativo y por el comienzo de una canción protesta cuyo valor sociológico y político fue notable pero cuyos logros musicales no eran como para tirar cohetes. Pero a final de la década de los 60 comenzó a surgir un Pop/Rock de mayores inquietudes que, de hecho, marcaría una parte de la década posterior. Es lo que se conoció como Rock progresivo, entre cuyos primeros exponente estaba los andaluces Smash pero sobre todo Maquina!, el verdadero germen del underground barcelonés. En 1970 editaron un elepé llamado Why?, cuya portada, un reloj de bolsillo incrustado en un croisant admiró mucho a Salvador Dalí. Ellos, Máquina!, afirmaban luego que era un manifiesto antifranquista. Es difícil entender por qué. Aquí acabamos está primera cápsula. Mi nombre es José Manuel Costa y me despido con Maquina! y I believe.

- Audio: Maquina!. "I Believe" en I Believe / Thank You, Diábolo (1970)