Detrás de cada envío, una historia
Presentación performativa del taller fotográfico sobre remesas
- Encuentro

Celebrada el Lunes 7 de marzo, 2022 - 18:00 h
Las remesas son envíos periódicos de dinero o productos con los que las trabajadoras migrantes precarizadas sostienen a sus familias, contribuyendo a las frágiles economías de sus lugares de origen. En junio de 2021 —en el encuentro Las remesas: cuidar aquí y allí, realizado en el Museo Reina Sofía, como parte del programa Voces situadas— surgió la necesidad de visibilizar las historias que hay detrás de esos envíos al otro lado del océano.
En torno a dicha idea se organizó un taller, coordinado por la fotógrafa Hanna Jarzabek, cuyos resultados se exponen en esta presentación performativa. La iniciativa, entre octubre y diciembre de 2021, estuvo dirigida a trabajadoras del hogar integrantes del colectivo Territorio Doméstico, que forma parte de la red Museo Situado.
A lo largo de sus cuatro sesiones, en el taller se construyeron distintos relatos visuales tomando como punto de partida, por un lado, las imágenes que las familias de las participantes envían de lo que han podido adquirir con los recursos recibidos y, por otro, fotografías que ellas mismas han tomado para visibilizar el esfuerzo que implica generarlos. Estas imágenes, que son expuestas durante este encuentro, introducen la historia individual de cada participante, a la vez que ayudan a abordar temáticas comunes como la precarización del trabajo realizado por la población migrante, la desigual división del mismo, los cuidados o el papel de las mujeres dentro de esta lógica transfronteriza. Participa del encuentro la investigadora y escritora Ana Longoni.
Colabora
Territorio Doméstico
Organiza

Participantes
Hanna Jarzabek (1976, Polonia) es fotógrafa y obtuvo un máster en Ciencias Políticas por la Universidad de Ginebra. Ha trabajado para agencias de la ONU como la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Desde 2008 reside en España, donde trabaja como fotoperiodista autónoma para medios como BuzzFeed News, El País, XLSemanal, o Equal Times, entre otros. Compagina esta actividad con la docencia en fotografía y con otros proyectos personales en los que aborda la discriminación y las disfunciones sociales en Occidente, la identidad de género o la diversidad sexual.
Ana Longoni (1967, Argentina) es investigadora, escritora, profesora de la Universidad de Buenos Aires y doctora en Filosofía y Letras (con mención en Historia del Arte) especializada en el cruce entre arte y política de América Latina. Desde 2018 hasta julio de 2021 fue directora del Departamento de Actividades Públicas y Centro de Estudios del Museo Reina Sofía.
Territorio Doméstico es un colectivo formado en 2006 como espacio de encuentro, cuidado y lucha de mujeres, la mayoría migrantes, por el reconocimiento de sus mermados derechos como trabajadoras del hogar y por la visibilización del trabajo de los cuidados. En 2019 publicaron el disco Sin nosotras se para el mundo, donde se recogen los cantos que ponen voz a la situación de estas trabajadoras y que llevaron a la calle para demandar con alegría sus reivindicaciones. En 2020 realizaron Querían brazos y llegamos personas, una radionovela y una obra de teatro sobre migración y trabajo doméstico.
Más actividades
Zum: Naufragio con espectadores
14, 16, 17, 17, 18, 21, 23, 24, 24, 25, 28, 30, 31, 31 OCT, 21, 21, 22, 25, 27, 28, 28, 29 NOV, 2, 4, 5, 5 DIC 2024
Zum. Naufragio con espectadores es un recorrido —diseñado por Miguel Vega Manrique en colaboración con el Área de Educación del Museo Reina Sofía y dirigido a alumnos del curso 4º de la ESO y Bachillerato— que busca cuestionar el lugar desde el cual, como espectadores, nos aproximamos al mundo que nos rodea a través de conceptos como la desorientación, la curiosidad, lo imprevisible, el desconcierto y la experimentación, presos de un estado de embriaguez más o menos reversible.
El recorrido se desarrolla en el espacio de la Colección Un barco ebrio: eclecticismo, institucionalidad y desobediencia en los ochenta, situado en la Planta 0 del Edificio Nouvel. En él se nos invita a sumergirnos en el Museo como posibles náufragos de una historia reciente cuyos pilares residen sobre el consenso político de la socialdemocracia, el régimen económico de capitalismo de consumo y las consiguientes crisis globales que asolan el planeta.
El barco ebrio, en alusión a Le bateau ivre, poema de Arthur Rimbaud que aludiría a la deriva de un arte que navega sin un rumbo fijo, fue el título descartado por el comisario Rudi Fuchs para la documenta 7 de Kassel (1982), en la que se comienza a proponer una mediación cultural que transite por una concepción cambiante e inestable del cuerpo en diálogo con la enfermedad, la tecnología, la ciencia, lo escultórico, el diseño y la teátrica de las identidades y del conocimiento que nos constituyen.
En este contexto, las metáforas de la embriaguez, la navegación y el naufragio como riesgo implícito nos sirven para reflexionar sobre los límites de un espacio y de una visualidad determinados, con una idea instituida de frontera y de cuerpo. ¿Es el naufragio el precio a pagar por una estabilidad, una modernidad, un orden institucional aparentemente inamovibles? ¿Podemos vivir sin las pasiones, vientos, tormentas o calamidades que de vez en cuando arrastran todo consigo? ¿Qué sensaciones, afectos, peligros o emociones despiertan en el espectador la puesta en escena y el espectáculo en los que participa?
Chema García Ibarra. Espíritu sagrado
8 NOV 2024
Aconsejaba Kipling a la hora de construir un relato no adoptar la figura de un demiurgo omnisciente, sino ignorar parte de la historia durante su narración. Y es ahí donde reside la imprevisibilidad narrativa y la potencia dramática de Espíritu sagrado, primer largometraje de un director, Chema García Ibarra, que se había hecho notar allá por 2009 con su corto El ataque de los robots de Nebulosa-5. Desde entonces su obra ha seguido el sendero de una particular ciencia ficción costumbrista ilicitana y de una aproximación a la fantasía desde lo cotidiano, y viceversa, que le permite seguir ahondando en los abismos que se abren en nuestro entorno más próximo. El hecho de utilizar intérpretes no profesionales contribuye a la misma sensación de extrañamiento que provoca el horror situado fuera de campo: el mal se cierne sobre el mundo, pero de nada vale “vigilar los cielos” porque este no va a llegar del espacio exterior, sino de nuestro entorno más cercano.