Voces situadas 31
Voces por Palestina contra la militarización del mundo
- Encuentro

Celebrada el Jueves 16 de mayo, 2024 - 19:00 h
Durante décadas y especialmente desde que se recrudeció el genocidio en Gaza en octubre de 2023, multitud de colectivos y personas han apoyado la causa del pueblo palestino y su resistencia contra las prácticas coloniales de violencia, control y apartheid del Estado israelí, las cuales encarnan una forma de guerra cotidiana. Ante esta emergencia, la asamblea de Museo Situado, formada por colectivos sociales del barrio de Lavapiés y en la que participa el Museo Reina Sofía, dedica esta 31ª sesión de Voces situadas a pensar colectivamente, desde este contexto, modos de oposición a la guerra en Gaza —y a todas las guerras—, así como estrategias de apoyo y solidaridad con el pueblo palestino.
Las guerras operan como instrumentos patriarcales de dominación, colonización y control de los cuerpos y los medios de vida, transformando dramáticamente los modos de habitar el planeta y provocando un daño ecosocial difícilmente reparable. Como evidencian los conflictos de Ucrania, Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar o Siria, las guerras están atravesadas por complejos entramados de intereses y complicidades por parte de los poderes políticos y económicos, entre ellos, los de la poderosa industria armamentística.
Ante las preguntas sobre qué puede hacer la ciudadanía para apoyar al pueblo palestino y cómo puede organizarse contra la destrucción del mundo, Museo Situado reúne a diversas especialistas como Sarah Babiker, Mai Al Bayoumi, Nadwa Abou Ghazalah González, Yayo Herrero López, Olga Rodríguez y Flavia Introzzi, para que compartan sus análisis y prácticas políticas con el objetivo de contribuir a la construcción colectiva de un futuro de justicia, reparación y paz en Palestina y en todo el globo.
Esta edición de Voces situadas tiene lugar en el marco del programa Encuentros de pensamiento crítico. Solidaridad internacional con Palestina, que el Museo Reina Sofía organiza junto a TEJA. Red de espacios culturales en apoyo a las situaciones de emergencia, en solidaridad con el pueblo palestino y como clamor por la paz.
Organiza

Organiza

Participantes
Sarah Babiker es periodista especializada en género, con predilección por los Sures del mundo, y colabora con espacios y medios comprometidos con la transformación social. Ha vivido en Italia, Marruecos y, sobre todo, Argentina. Actualmente escribe en El Salto, CTXT y Tribuna Feminista.
Mai Al Bayoumi es activista, profesora de danza palestina en Madrid y auxiliar de trabajo social dedicada especialmente a trabajar con mujeres sin hogar. Nacida en un campo de refugiados en Egipto, su familia vive en Gaza. Milita en varias organizaciones palestinas y es integrante de la Brigada Internacionalista Laila Jaled.
Nadwa Abou Ghazalah González es activista hispano-palestina residente en Madrid. Comenzó su activismo en el movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones). Desde entonces busca modos de apoyar la lucha del pueblo palestino por la justicia y la libertad.
Yayo Herrero López es una antropóloga, ingeniera, profesora y activista ecofeminista española. Es una de las investigadoras más influyentes en el ámbito ecofeminista y ecosocialista a nivel europeo.
Flavia Introzzi miembro de hablarenarte / planta alta y co-fundadora de TEJA. Red de espacios culturales en apoyo a las situaciones de emergencia.
Olga Rodríguez es periodista especializada en información internacional, Oriente Medio y derechos humanos. Es autora de libros como El hombre mojado no teme la lluvia. Voces de Oriente Medio (Debate, 2009) o Yo muero hoy. Las revueltas en el mundo árabe (Debate, 2012), entre otros.






Más actividades
Zum: Naufragio con espectadores
14, 16, 17, 17, 18, 21, 23, 24, 24, 25, 28, 30, 31, 31 OCT, 21, 21, 22, 25, 27, 28, 28, 29 NOV, 2, 4, 5, 5 DIC 2024
Zum. Naufragio con espectadores es un recorrido —diseñado por Miguel Vega Manrique en colaboración con el Área de Educación del Museo Reina Sofía y dirigido a alumnos del curso 4º de la ESO y Bachillerato— que busca cuestionar el lugar desde el cual, como espectadores, nos aproximamos al mundo que nos rodea a través de conceptos como la desorientación, la curiosidad, lo imprevisible, el desconcierto y la experimentación, presos de un estado de embriaguez más o menos reversible.
El recorrido se desarrolla en el espacio de la Colección Un barco ebrio: eclecticismo, institucionalidad y desobediencia en los ochenta, situado en la Planta 0 del Edificio Nouvel. En él se nos invita a sumergirnos en el Museo como posibles náufragos de una historia reciente cuyos pilares residen sobre el consenso político de la socialdemocracia, el régimen económico de capitalismo de consumo y las consiguientes crisis globales que asolan el planeta.
El barco ebrio, en alusión a Le bateau ivre, poema de Arthur Rimbaud que aludiría a la deriva de un arte que navega sin un rumbo fijo, fue el título descartado por el comisario Rudi Fuchs para la documenta 7 de Kassel (1982), en la que se comienza a proponer una mediación cultural que transite por una concepción cambiante e inestable del cuerpo en diálogo con la enfermedad, la tecnología, la ciencia, lo escultórico, el diseño y la teátrica de las identidades y del conocimiento que nos constituyen.
En este contexto, las metáforas de la embriaguez, la navegación y el naufragio como riesgo implícito nos sirven para reflexionar sobre los límites de un espacio y de una visualidad determinados, con una idea instituida de frontera y de cuerpo. ¿Es el naufragio el precio a pagar por una estabilidad, una modernidad, un orden institucional aparentemente inamovibles? ¿Podemos vivir sin las pasiones, vientos, tormentas o calamidades que de vez en cuando arrastran todo consigo? ¿Qué sensaciones, afectos, peligros o emociones despiertan en el espectador la puesta en escena y el espectáculo en los que participa?
Chema García Ibarra. Espíritu sagrado
8 NOV 2024
Aconsejaba Kipling a la hora de construir un relato no adoptar la figura de un demiurgo omnisciente, sino ignorar parte de la historia durante su narración. Y es ahí donde reside la imprevisibilidad narrativa y la potencia dramática de Espíritu sagrado, primer largometraje de un director, Chema García Ibarra, que se había hecho notar allá por 2009 con su corto El ataque de los robots de Nebulosa-5. Desde entonces su obra ha seguido el sendero de una particular ciencia ficción costumbrista ilicitana y de una aproximación a la fantasía desde lo cotidiano, y viceversa, que le permite seguir ahondando en los abismos que se abren en nuestro entorno más próximo. El hecho de utilizar intérpretes no profesionales contribuye a la misma sensación de extrañamiento que provoca el horror situado fuera de campo: el mal se cierne sobre el mundo, pero de nada vale “vigilar los cielos” porque este no va a llegar del espacio exterior, sino de nuestro entorno más cercano.