Xabier Erkizia
La guerra en la membrana
“Allí donde haga falta el mayor número de esclavos, hace falta el mayor número de música” reza una famosa frase, quizás mal atribuida a León Tolstoi, que ha servido como punto de partida para muchas reflexiones sobre la relación entre música o sonido y conflictos bélicos.
Hasta la aún reciente invención de la guerra teledirigida (más quiet que silent), a lo largo de la Historia, toda contienda bélica ha tenido un destacable carácter sonoro. Desde la épica griega, pasando por los pasajes bíblicos, hasta la invención de la pólvora (y por tanto, el establecimiento de la explosión como elemento sonoro primordial del estruendo de la guerra) difícilmente se encontrarían guerras silenciosas. Este término se utiliza específicamente para designar maniobras secretas y de espionaje.
Las grandes guerras del siglo XX, tanto la Primera Guerra Mundial (1914-1918) como la Segunda (1939-1945) se sucedieron en paralelo al desarrollo de importantes avances tecnológicos en el ámbito sonoro, cuyos usos, lejos de quedar relegados al campo de batalla, jugaron un papel vital en el desarrollo y la resolución de grandes contiendas, conquistas, ocupaciones, revoluciones, negociaciones y otras operaciones. Muchas de estas tecnologías y sobre todo muchos de los usos dados a éstas, en algunos casos casualmente, perduran insertados en nuestra cotidianeidad, tanto en el ámbito profesional o público, como en el ámbito privado y doméstico. El altavoz, el teléfono, el micrófono, la radio y en una fase más avanzada, el radar, los ultrasonidos, los infrasonidos y la práctica totalidad de sistemas de captación y difusión sonoras, han estado cuanto menos en sus inicios, al servicio de armadas, ejércitos y servicios de inteligencia, tal y como ocurre con la gran mayoría de las herramientas tecnológicas (hardware y software) de la actualidad. Pero sin lugar a dudas, la capacidad innata del sonido para la identificación, entendida ésta como método de empatía, afiliación o alistamiento, o como elemento de disuasión, destrucción o anulación, se muestra como un factor clave no solo para entender la lógica de la tecnología, sino la de la propia guerra, y por extensión, la de las bases sobre las que pactamos nuestra convivencia en la actualidad.
Quizás no se debería entender la supuesta cita de Tolstoi como aviso, sino como una simple observación de un hecho que se lleva repitiendo durante siglos.
Esta serie de podcasts tiene como objetivo revisar las relaciones entre sonido y guerra, no de una forma histórica, sino a través de diversos escritos y otros archivos, que incluyen tanto fuentes documentales como ficcionales. Cada uno de ellos intentó sobrepasar su realidad para proyectar un futuro sonoro-bélico que a día de hoy nos resulta sospechosamente conocido.